Las cosas que mi abuelita me enseñó

Las cosas que mi abuelita me enseñó, que no quiero olvidar y poder trasmitir a quienes vienen después de mi.

martes, 3 de abril de 2018

Estar despuesta a estar incómoda

El amor interesado en acción, es la manifestación del amor de Dios


Hay muchos que se han percatado que en mi trabajo llego a viajar en ocasiones muy seguido, incluso hay quienes han manifestado que quieren tener mi trabajo....bueno, hoy quiero decirles en que consiste mi trabajo.
Mi trabajo es ser terapeuta en comunicación humana, esa es mi profesión, ayudo a los niños y adultos con problemas de comunicación a poder ser rehabilitados y poder comunicarse con sus semejantes. Mejor conocido como terapia de audición y lenguaje.
Pero mi trabajo consiste, además de dar terapia individual, (( en los últimos años me he enfocado en educar a las personas sobre la importancia de la comunicación verbal, especialmente a las personas con discapacidad auditiva. Junto con una fundación, para la cual trabajo, viajamos a varias parte del país y realizamos jornadas de salud auditiva, donde se diagnostica y se les proporciona  AA a personas con esta discapacidad.
¿Por qué viajó? Bueno, porque la necesidad está en todas partes.
Pero no es eso en lo que consiste realmente mi trabajo, mi trabajo consiste en ayudar a que las personas puedan sentir que son importantes, que son amadas y qué haciendo el bien a una persona, podemos cambiar el mundo.
 ¿Es muy ambicioso no? Trabajar para una empresa que piensa que cambiar el mundo.
No lo hace mediante los aparatos que se donan y les permiten a cierto porcentaje de  personas volver a escuchar y entender la palabra hablada. No, no consiste en ayudar a dar seguimiento médico a aquellos con problemas severos y crónicos de salud auditiva, algo que para algunos implica conservar incluso su vida. No, no consiste en orientar a los padres para qué puedan llevar a sus hijos a buen tiempo a terapia a sus niños sordos para que tengan la oportunidad de desarrollar lenguaje, pensamiento y tener una mejor calidad de vida. No, no consiste en ello, aunque todo lo anterior es verdad y es parte de nuestra labor continúa. Según el fundador de la empresa para la que trabajo, consiste en escuchar a las personas, ser bondadoso y mostrar caridad...si ...caridad. Ver por otros, dejar de pensar en uno mismo.

Hay una frase que me repiten en cada capacitación: "si quieres ver realmente un cambio, debes estar dispuesto a estar incómodo".....y realmente es un trabajo, en muchas ocasiones incómodo, viajar, estar hasta 4 horas en el aeropuerto varados, por tráfico aéreo o en la carretera, trabajar bajo la lluvia, calor, frío, a la intemperie. Ver hasta 800 pacientes por día. Perder la voz de tanto hablar. Malpasarse en las comidas, tratar con personas que aunque se les ayuda están de malas y aún algunos son groseros. Estar parados todo el día o sentados en una misma posición. Si....es un trabajo en verdad, muy incómodo. Pero en esas ocasiones en que pienso que ya quiero que acabe, aparece un paciente más, una persona que se siente agradecida, porque nos preocupamos por ella, porque se siente importante, amada.

Hace unas semanas tuve una experiencia particular en mi trabajo que me hizo pensar en la siguiente escritura:
Mosiah 3:19
19 Porque el hombre natural es enemigo de Dios, y lo ha sido desde la caída de Adán, y lo será para siempre jamás, a menos que se someta al influjo del Santo Espíritu, y se despoje del hombre natural, y se haga santo por la expiación de Cristo el Señor, y se vuelva como un niño: sumiso, manso, humilde, paciente, lleno de amor y dispuesto a someterse a cuanto el Señor juzgue conveniente infligir sobre él, tal como un niño se somete a su padre.
Y pensé en que yo, trabajo con niños, y hay una etapa en que los niños solo piensan en si mismos. Son egocéntricos.

Volvernos como un niño....un niño es egocentrico...según las teorías de Jean Piaget, quienes han estudiado psicología, saben a quién me refiero, sobre el desarrollo del pensamiento, cuando nacemos  concebimos el mundo como una extensión de nuestro ser, todo lo que está a nuestro alrededor existe para satisfacer nuestras necesidades más básicas de supervivencia. 
El estadio inicial del ser humano es de un profundo egocentrismo, una total indiferenciación entre lo que él es y lo que no es. O sea que está centrado.
El niño conoce el mundo según una sola perspectiva, la de él mismo. Es por ello, que tiene dificultad para ponerse en la perspectiva del otro, para separarse de su propio punto de vista e imaginarse cómo entiende las cosas otra persona. 
EGOCENTRISMO
Valoración excesiva de la propia personalidad que lleva a una persona a creerse el centro de todas las preocupaciones y atenciones.

Nuestra madre incluso, son percibidas como el proveedor principal de satisfacción de esas necesidades, principalmente de alimento, cobijo y cuidado.
Es conforme vamos creciendo que vamos desarrollando nuestro "yo", vamos comprendiendo que somos individuos dentro de una sociedad y que ésta esta conformada por otros individuos que son diferentes a nosotros, con necesidades y sentimientos, igual que nosotros.
Pero hay una etapa muy marcada en la infancia en la que los niños manifiestan su mayor egocentrismo....todo les pertenece....si les preguntamos por algo, dicen "mío" es el primer adjetivo posesivo que aprenden....mío....todo es suyo, todo son ellos.
Y es ahí cuando las madres y padres preocupado por el desarrollo de ese individuo, le enseña, que debe compartir, que no todo es de ellos. Que deben dar de sí, de lo que "poseen" y compartirlo con los demás.....creo que es esa etapa en la que se refiere Mosiah, cuando nos sometemos a la voluntad de nuestros padres y somos mansos humildes, fáciles de persuadir y estamos más dispuestos a someternos a la voluntad de nuestros padres.
Sin embargo, creo que al avanzar en edad, regresamos a nuestra etapa de egocentrismo en la edad adulta. Creemos, que todo es nosotros, que todo es nuestro.
Y nos olvidamos de dar...dar de nuestras personas, de nuestros talentos....de lo que creemos que "poseemos". Si no estamos dispuestos a despojarnos de nosotros mismos, a estar incómodos, a interesarnos por los demás, no podemos ser como Jesucristo es. El mismo enseñó
"Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz y sígame.
“Porque el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio la salvará”. (Marcos 8:34-35)

Bueno, nos llamamos a nosotros mismos cristianos, porque emulamos la vida del Salvador, aquel que nunca se puso a si mismo en primer lugar, aquel que siempre vio por los demás, incluso cuando le crucificaban no pensó en su dolor, primero pensó en aquellos que le habían puesto en aquellas situación y en medio de su angustioso sufrimiento exclamó:"Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen" (Lucas 23:34)

La mejor forma de despojarnos de nosotros mismos, de des centrarnos, es por medio del servicio, desinteresado que realicemos hacia nuestros semejantes.

Pero siempre hablamos de Cristo y su ejemplo como algo imposible de alcanzar, No es tan difícil ser como Él.
Creo que es muy fácil a empezar a ser como Cristo, si nos despojamos de ese egocentrismo y amamos a los demás. Como dice en Filipenses 2 refiriéndose justamente a Cristo:
"Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el que, siendo en forma de Dios, no tuvo como usurpación el ser igual a Dios sin embargo, se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres; y hallándose en la condición de hombre, se humilló a sí mismo".(Fil 2:6-8)
Es posible despojarnos de nosotros mismos, tal como Cristo lo hizo, ser humildes, amar y servir.
Quiero contarles sobre una de las experiencias que más me ha marcado en los últimos años. La primera vez que escuché al fundador hablar del por qué hace lo que hace, pensé. "Claro, el tiene todo el dinero del mundo para ayudar a tanta gente, es fácil para él impactar en tantas personas" pero recién fuimos a un pequeñito pueblo en Sinaloa....tan pequeño que jamás tuve señal de internet. Y pude tener la experiencia más hermosa al conocer a gente, que no tiene más de lo que es necesario para vivir, no en exceso, lo único que tienen en exceso es el amor hacia los demás.

Experiencia en El Fuerte

Niños sirviendo
Mujeres con familiares delicados sirviendo
Doctores pilotos
Pilar y su esposo
Henry y su diarrea
Rafa y su familia
Los misioneros

Cada uno de ellos, estuvo a despojarse de si mismo, por esos dos días y dar de sí a las personas que en ese momento se encontraban en una situación de vulnerabilidad.
Si....estas personas me hicieron sentir el Amor de Cristo, son personas que aunque no se proclaman como seguidoras de Cristo a excepción de los misioneros, sirven a quienes les rodean y a quienes se encuentran lejos, por qué?....por amor.....porque aman más a sus hermanos, que lo que aman sus comodidades en su casa, aman más servir, que lo que aman su propia seguridad.
Mi trabajo es mi trabajo, me pagan por hacerlo, lo cual me hace sentir sumamente afortunada. Pero estas personas pagan por servir a otros.
Ahora, no cuento esta experiencia para invitarles a que usen sus recursos como ellos para ayudar a otros....no es necesario....tenemos dones, tenemos tiempo. Y estoy segura que la mayoría de los que se encuentran aquí sentado, si no es que todos en sus hogares y fuera de ellos, en lo secreto, sirven a los demás, dan de si, dejan su casa, sus comodidades por ayudar a los que son menos afortunados que ustedes a sentir ese amor....solo quería compartirles que esta experiencia me cambió. Porque entendí que no es solo el servicio que prestamos en la iglesia, aún en casa, aún hay mucho que hacer en el mundo.

DyC45:26-27
El corazón de los hombres se ha enfriado, "y desmayará el corazón de los hombres y dirán que Cristo demora su venida hasta el fin de la tierra.
27 Y el amor de los hombres se enfriará, y abundará la iniquidad" 

 por eso que Cristo nos invita a velar por los necesitados, porque de esa forma, nos olvidamos de nosotros mismos, nos volvemos como niños pequeños....
Hay muchas cosas negativas en las que podríamos centrarnos, incluso podemos centrarnos tanto en lo que nos falta, lo que debemos lograr, lo que debemos hacer, aún en nuestros llamamientos, aún en la iglesia....al grado de que podemos pasar de largo las necesidades de quienes nos rodean. No hace falta ir más lejos, tal vez la persona que va a nuestro lado en el transporte, la persona que está formada atrás de nosotros en el supermercado, nuestro vecino que vive cruzando la calle, nuestro compañero de trabajo. No tenemos que realizar un proyecto grande de servicio si nuestro proyecto de vida es servir a diario a otros. 
Si estamos dispuestos a estar incómodos, a dejar nuestra cómoda seguridad y egocentrismo "por motivo de [nuestra] amorosa bondad y  longanimidad para con los hijos de los hombres (1Nefi 19:9) podremos VER a nuestros semejantes como Cristo lo hizo. Podríamos de verdad estar cambiando al mundo, porque cambiamos el mundo de alguien al mostrarle nuestro amor. Hay muchas experiencias más que podría contarles y que ustedes me podrían contar,.....pero que mejor sería que alguien pudiera en un futuro contar la historia como un acto de bondad le cambio el día.....le cambió la vida. De seguro no estaremos ahí para escuchar esa historia, pero habremos contribuido a que el mundo de esa persona, sea un poco mejor.

Hermanos, todos hemos recibido de alguna persona, un acto de bondad en esta semana, espero no sea sólo uno, sino innumerables. Y si no es así....seamos esa persona que muestra interés , no indiferencia. Seguirán habiendo guerras y rumores de guerra, corrupción, enfermedad, inseguridad.....el Pte. Faust, cuando yo tenía la mitad de años que tengo ahora decía...."y lamentó decirles que la situación no mejorará"....y no lo ha hecho....pero eso indica que la venida de nuestro Salvador está aún más cerca, y más personas necesitan sentir su amor. Que sea por medio de nuestro servicio desinteresado que ellas puedan sentir consuelo, alegría, paz y esperanza. 
Estemos dispuestos a estar incómodos, a despojarnos de todo orgullo y a estar dispuestos a amar a otros, como Cristo lo hizo, es mi oración, en el nombre de Jesucristo.


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